jueves, mayo 10, 2007

Mala leche


En mi entorno próximo se ha hablado mucho de lo perjudicial que es la leche para el consumo humano. Cómo médico, inmediatamente me pongo a elucubrar cuáles son los motivos por las que podría ser este alimento perjudicial y sin dar muchos rodeos se me ocurren un par de cosas. La medicina occidental considera la leche perjudicial en unos supuestos específicos como son la intolerancia a la lactosa, la alergía a las proteínas de la leche de vaca o la obesidad, porque para quien no lo sepa la leche entera tiene bastantes calorías.

Estos son los argumentos científicos pero, ¿existe realmente un interés por parte de la industria para que la gente beba leche? ¿es realmente indispensable para mantener los huesos en forma? No sé si somos unos inconscientes, pero hace poco leí en internet un artículo promovido por las nuevas medicinas alternativas que emergen en nuestro país, culpando a la medicina occidental (e imagino que a la FDA – Food and Drug administration) por promover el consumo de un alimento que es perjudicial.

Entre los muchos argumentos que sentencian, obviamente sin ningún tipo de estudio científico veraz que los respalden, encontré que la leche producía alergía, asma, cáncer de pulmón, cáncer de ovario…y muchas otras enfermedades que convertirían a la leche en la sustancia que desbancaría al tabaco del primer puesto en el ranking de causalidad de cáncer y enfermedad.

Como os decía entre estos argumentos, me encontré con uno que rayaba la más absoluta demagogia, capaz de convencer a cualquiera. Por qué somos los humanos tan tontos de seguir bebiendo leche, cuando los animales por instinto natural dejan de tomarla después de la lactancia. ¡Acabáramos! A estos señores antisistema habría que tirarles de las orejas, o mucho mejor, dejarles en la selva de las islas de Java para que experimentaran la vida animal, porque es obvio que se perdieron muchos episodios de los documentales de la 2. Los humanos no podemos ni debemos justificar si algo está bien o mal hecho en función de lo que hagan los animales por instinto, porque a fin de cuentas los animales usan ese mismo instinto cruelmente para perpetuar su especie. Esta gente que defiende la irracionalidad del instinto animal, ¿mata a los hijos de sus vecinos como hacen los simios beduínos?, ¿asesinan a sus esposos después de que el predictor de positivo como hacen las mantis religiosas?, ¿comen sus propios excrementos como los elefantes?, ¿trabajan todas la horas que trabajan las abejas para mantener una tradición regia?. Vaya estupidez que las medicinas alternativas, entre ellas la china, vengan a contarnos cuentos de lo bonita que es la naturaleza. Ahora resulta que la acupuntura la practicarían los pingüinos de la patagonia, ¿o para eso no usan los mismos argumentos naturales?. Habría que explicarles que muchos de los productos de herbolario son simplemente ANATURALES. ¿qué animal consume soja instintivamente?, que conste que a mi me encanta.

Lo dicho, cuando el fin es ganar dinero, se dicen muchas cosas, y muchas de ellas sin pasar el filtro que se exige a los avances y recomendaciones médicas y científicas. Si las medicinas alternativas quieren tener un hueco respetable en España, deberían cumplirlas mismas obligaciones éticas, morales y LEGALES que cumple la occidental. Mientras tanto seguiré consumienod leche, que tan bien me sienta, y dejaré de tomarla en el caso de necesitarlo por motivos claros o si nuestra medicina nos alerta de su inconveniencia.

22 comentarios:

Alv dijo...

una curiosidad de la leche: tuvimos una paciente q era alérgica a las proteínas de la leche de vaca (es una alergia q se pasa).
Pues después de 1 semana haciendo tolerancia en consulta, dándole dosis crecientes de forma muuuu lenta, sin problemas, nos confiesa q había estado tomando en casa leche "sin lactosa" para q no le diera alergia... nos tiramos un buen rato explicándole q la lactosa, precisamente, no es lo q le daba alergia, y q nos habíamos tirado una semana intentando ver si toleraba algo q ya tomaba a diario... en fin...

Javier dijo...

Bufff, hay mucha desinformación con respecto a este tema, la verdad. Yo reconozco que la leche puede espesar mucho las secreciones tanto del ap digestivo como del respiratorio, estuve buscando información de ese tema y no encontré nada concluyente, pero en caso de catarros, alergias primaverales, yo desaconsejaria tomar leche por este asunto. Por lo demás me gsta mcuho

Gambutrol dijo...

Toda la vida tomando leche y ahora resulta que es mala... ¡hombre por favor!

Elena dijo...

A mí lo de la medicina natural me tiene hasta los mismísimos!!Os podéis imaginar, trabajando en un paritorio y con lo de moda que esté ahora lo del "parto natural". Es flipante, hay algunas que llegan a arriesgar su vida y la de sus hijos por el rollito naturista, deberían informarse por qué ha disminuido la tasa de muertes relacionadas con el parto y por qué en África el parto es la MAYOR causa de muerte en mujeres, si fijo que en África todo es super natural...En fin, prefiero no hablar del tema que me enciendo!!El otro día vi una señora que se había puesto ORTIGAS en la mama xq le salió un bulto y ahora además del cáncer de mama que tenía le salió una pedezo de úlcera que casi se le veía la costilla...Como os podéis imaginar yo voy a seguir tomando leche tan tranquila. Bicos

ibon dijo...

Me encanta la leche, pero cuando me sabe mal...

Anónimo dijo...

Hola Javier!! soy una compa tuya, otra MIR, y hoy estaba elucubrando sobre una figura en particular: "El trepa".., si, si,ese otro MIR de tu servicio que perdió la dignidad(si alguna vez la tuvo)y se pasa el día lamiendo con fruición el "culo adjunto": les hace regalos, les da la razón, los invita a cañas, a su casa y a jugar al "paddle".., no libra las guardias(aun sabiendo que es por él/ella que no podemos ejercer el derecho a librarlas el resto de los residentes), jamás te cambia una guardia,procura dejarte en evidencia y jamás cuentas con él, porque las palabras compañerismo y solidadridad no entran en su vocabulario...Supongo que todos los resis tendremos esa "cruz" y alguien en la proximidad que es así, y además le funciona..Me gustaría que me contases al respecto

Javier dijo...

Gracias a todos por vuestras aportaciones, muchas gracias Elena por tu aportación. Respecto a ese tema, un día me encontré a la iluminada de Lucia Etxebarria defendiendo a ultranza el parto sin episiotomia. Dijo algo así como, "no quiero que un simple médico me corte los genitales por que le de la gana"... En fin, me dieron ganas de traspasar la pantalla, darle una bfetada y decirle que midiera sus palabras porque podrían ser malinterpretadas por la gente. Estoy a favor de cualquier práctica médica que disminuya los riesgos madre-feto siempre y cuando esten indicados. Aunqu creo que efectivamente las episiotomias se hacen muchas en muchos serivicos muy a la ligera. pero como no soy Gine, no se si esto esta bien o mal... JE JE.

Anonimo: no entendí muy bien el motivo de tu post. No sé me sguatria que te explicaras más al respecto, me estas pidiendo que haga un post hablando de los trepas? te estas refiriendo a algun trepa en concreto? No sé, este post trataba la masiva tendencia hacia la medicina natural... espero me lo aclares... gracias por el post

doctordiabetis dijo...

Yo también seguiré tomando leche. Tambien he oido que es malo en gente que comulga con los naturopatas pero todavía no me han dado una razon seria.

Anónimo dijo...

Los consumidores que evitan la carne, por razones éticas o de salud, generalmente siguen considerando a los productos lácteos como nutritivos y benéficos. Pero los productos hechos con leche de vaca están lejos de ser "naturales" para los humanos.

La leche de vaca es apta para las necesidades nutricionales de los terneros, que a diferencia de los bebés humanos, duplican su peso en 47 días (a diferencia de los 180 días que demoran los humanos), desarrollan cuatro estómagos, y llegan a pesar entre 1,100 y 1,200 libras en dos años. La leche de vaca contiene aproximadamente tres veces más proteínas que la leche humana y casi 50% más de grasa.

Aparte de los humanos, ninguna otra especie toma leche después de la infancia, y ninguna otra especie toma la leche de otra especie (salvo los perros y gatos domésticos que adquieren este hábito de los humanos). Después de los cuatro años de vida, la mayor parte de la gente desarrolla intolerancia a la lactosa (incapacidad para digerir el carbohidrato lactosa presente en la leche), debido a que dejan de sintetizar la enzima digestiva lactosa. Las personas con intolerancia a la lactosa que beben leche, pueden sufrir calambres estomacales, gases y diarrea. Según algunos cálculos, hasta un 70% de la población mundial no tolera la lactosa. La intolerancia a la lactosa se da en el 50% de los hispanos adultos, y en el 75% o más de aquellos descendientes de africanos, asiáticos o indígenas de Estados Unidos.
Carne líquida

Además de ser una comida antinatural para los humanos, la leche de vaca, como otros productos lácteos, es insalubre. El doctor John A. McDougall denomina "carne líquida" a los productos lácteos, porque su contenido nutricional es muy similar. Los productos lácteos son ricos en grasas y colesterol. Entre ellos se encuentran el queso, la leche, la mantequilla, la crema, el yogur y el suero (presente en muchas margarinas y productos horneados), los cuales contribuyen al desarrollo de enfermedades cardíacas, algunas formas de cáncer e infartos, las tres enfermedades más fatales de Estados Unidos. Robert Cohen, autor de "Milk: The Deadly Poison" (La Leche: El Veneno Mortal), calcula que para cuando un estadounidense corriente tiene 50 años, él o ella habrá consumido en productos lácteos la misma cantidad de colesterol presente en un millón de rodajas de tocino. Quizá lo más sorprendente sea que el consumo de productos lácteos ha sido vinculado a la osteoporosis, la misma enfermedad que supuestamente es prevenida por la leche.

La osteoporosis es una enfermedad debilitante caracterizada por la baja masa ósea y por el deterioro del tejido óseo. Contrariamente a las afirmaciones de la industria láctea, esta pérdida ósea no se detiene o impide con un incremento en el consumo de calcio sino con una disminución en el consumo de proteínas. En realidad, luego de estudiar la dieta de 78,000 mujeres estadounidenses durante un período de más de 12 años, los investigadores de la Universidad de Harvard concluyeron que "es poco probable que un consumo elevado de leche u otras comidas fuentes de calcio durante la adultez proporcionen considerables efectos protectores contra las fracturas de cadera o del antebrazo"; de hecho, aquellos participantes del estudio que consumieron más de 450 miligramos de calcio proveniente de comidas lácteas duplicaron el riesgo de sufrir fracturas de cadera. Los alimentos ricos en proteína animal como la carne, los huevos y los productos lácteos, separan el calcio del organismo para regular los derivados ácidos que resultan de la descomposición del exceso de proteínas; esto causa una pérdida neta de calcio. Aquellas sociedades con poco o ningún consumo de productos lácteos y proteína animal, muestran una baja incidencia de osteoporosis. Además, el doctor McDougall comenta, "La deficiencia de calcio causada por una cantidad insuficiente de calcio en la dieta no se conoce entre los humanos".

Otras enfermedades también son más predominantes entre aquellos que consumen grandes cantidades de productos lácteos que entre los veganos. El 90% de los pacientes asmáticos que fueron sometidos a una dieta totalmente vegetariana (sin carne, huevos o productos lácteos), experimentaron grandes mejoras en la frecuencia y la gravedad de sus ataques. Según la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos, la leche es la causa principal de alergias en niños, causando síntomas tan diversos como exceso de mucosidad nasal, problemas en los oídos, fatiga muscular y dolores de cabeza. Los productos lácteos también han sido relacionados con insuficiencias cardíacas, tetania neonatal, dilatación de las amígdalas, colitis ulserosa, enfermedad de Hodgkin, y problemas respiratorios, cutáneos y gastrointestinales.

Hay estudios que demuestran que el calcio que mejor asimila nuestro organismo es el de los productos lácteos. No obstante, hay personas intolerantes a estos productos.
La naturaleza nos proporciona otros alimentos también ricos en calcio, pero hemos de tener presente también su contenido en fósforo, ya que si tienen más fósforo que calcio, ese calcio no lo asimilamos.
Alimentos que guardan una proporción correcta calcio-fósforo son, por ejemplo:
calamar, sepia, boquerón, sardinas de lata, gambas, ostras, aceitunas, frambuesas, fresón, higo, kiwi, cítricos, uvas, dátiles, berros, endivias,espinacas, col....
La vitD es indispensable para que nuestro organismo asimile el calcio de los alimentos.
Tenéis razón, no hay estudios cientificos que apoyen tales majaderías (y dices que abofetearías a esa señora por crear opinión, la opinión se da y la gente es libre de ver, informarse a través del mayor número de fuentes posibles y crear su propia opinión. Un saludo.

Anónimo dijo...

Los productos lácteos

Que comer productos lácteos sea aconsejable es algo tan discutible como el hábito de comer carne. En mi opinión, consolidada después de quince años de estudio, no hay nada, aparte de los alimentos cárnicos, que pueda echar a pique un plan sensato y saludable para rebajar de peso con más rapidez que el consumo de productos lácteos. También en este punto estoy empeñado en hacer añicos un sistema de creencias. Ya sé lo difícil que será para algunas personas estar de acuerdo conmigo. Es probable que en algún momento alguien haya seguido un régimen exclusivo de carne y productos lácteos, y haya perdido peso. ¡Yo tuve esa experiencia! Recuerdo haber comido en una época nada más que huevos, carne y queso durante un mes. Perdí más de once kilos, pero os diré una cosa: me sentía horrible, y un mes después de haber vuelto a una dieta normal ya los había recuperado. Si pude rebajar de peso fué porque siempre que se suprime de la dieta un grupo completo de alimentos, o dos, el cuerpo perderá peso, simplemente porque su esfuerzo digestivo se ve aliviado. Pero, como las cosas que estaba comiendo eran de bajo contenido acuoso, yo no me sentía bien, el régimen me aburría increíblemente y tenía un aliento que parecía la emanación de una depuradora de aguas servidas que estuviera descompuesta. Además, indudablemente no estaba dispuesto a seguir comiendo nada más que huevos, carne y queso durante el resto de mi vida.

En los Estados Unidos se consumen más productos lácteos que en todo el resto del mundo. En una encuesta realizada por el Grocers’Journal of California en septiembre de 1982 se comprobó que los productos lácteos son los que tienen el mayor índice de consumo entre todas las categorías de alimentos. Sólo el seis por ciento de los norteamericanos dicen que no consumen leche en ninguna de sus formas.

Si los productos lácteos son un alimento tan bueno, y los norteamericanos los consumimos más que todo el resto del mundo, entonces lo razonable sería esperar que tuviéramos también el más alto nivel sanitario. En realidad, según el inforrne de Richard O. Keeler, director de programas del President’s Council on Physical Fitness, aparecido en Los Angeles Times en abril de 1981, el obrero norteamericano ocupa el primer lugar en el mundo en cuanto a enfermedades degenerativas.

Como sucede con las proteínas, hay una cantidad de información colosal que vincula el consumo de productos lácteos con las enfermedades cardíacas, el cáncer, la artritis, migrañas, alergias, infecciones de oídos, fiebre del heno, asma, dolencias respiratorias y multitud de otros problemas, tal como lo documentan entre otros Hannah Allen, Alec Burton, Viktoras Kulvinskas, F. M. Pottenger, Herbert M. Shelton y N. W. Walker. Para lo que aquí nos interesa, sólo haremos mención de los productos lácteos en cuanto afectan a la energía y a la pérdida de peso.

El lector puede estar absolutamente seguro de una cosa: en Estados Unidos la leche es el alimento políticamente más contaminado. De acuerdo con Los Angeles Times, la industria lechera recibe subsidios (lo cual significa que la financian los contribuyentes) por valor de casi; ¡tres mil millones de dólares por año! Eso significa 342.000 dólares por hora para comprar, por un valor de millones de dólares, productos lácteos que con toda probabilidad jamás serán consumidos, sino que permanecen almacenados y en muchos casos pudriéndose. La cuenta de almacenamiento por el excedente que jamás se llegará a usar es de cuarenta y siete millones de dólares anuales. La demanda de productos lácteos a disminuido sustancialmente, a medida que se pone más de manifiesto que no son alimentos perfectos, como una vez se los consideró.

Pero la producción es continua. Podéis estar seguros de que gran parte de la publicidad que se refiere a los beneficios que los lácteos representan para la salud está comercialmente motivada. En marzo de 1984 Los Angeles Times informaba que el Departamento de Agricultura había decidido lanzar una campaña publicitaria de 140 millones de dólares para promover el consumo de leche y ayudar a reducir el excedente de miles de millones de dólares. Aunque la verdadera razón de la campaña publicitaria es la reducción del excedente, los anuncios intentan convencer al público de que compre leche por sus múltiples supuestos beneficios para la salud.

Discutir los pros y los contras del consumo de productos lácteos resultaría fútil, de modo que una vez. más el lector tendrá que confiar en su propio sentido común para tomar una decisión.

Vayamos directamente al grano. Os formularé una pregunta que quisiera ver respondida a partir del más estricto sentido común. Si las vacas no beben leche de vaca, ¿por qué lo hacen los humanos? Repito: ¿Por qué los humanos están bebiendo leche de vaca? Si a una vaca adulta le ofrecieran leche, la olfatearía y diría: No, gracias, tengo la hierba. Preguntémonos si es posible que el Creador haya dispuesto las cosas de tal manera que la única especie sobre la Tierra que bebe leche de vaca seamos los seres humanos. Quizás el lector esté pensando: Pero, ¿de qué habla este, si los terneros beben leche de vaca? Exactamente. La leche de vaca fue pensada y se fabrica con un propósito y solo uno: para alimentar a los ejemplares jóvenes de la especie. Ningún animal bebe ni quiere beber leche una vez que lo han destetado. Claro que no estoy hablando de los animales domesticados, cuyas inclinaciones naturales han sido pervertidas. Durante la fase inicial de la vida, la práctica invariable de todos los mamíferos es tomar la leche de su madre, pero una vez destetados, durante el resto de su vida se mantienen con otros alimentos. La naturaleza impone que los mamíferos seamos destetados a temprana edad. Los hombres, por otra parte, enseñamos que después de que la madre ha terminado con su función de nodriza, debe asumirla la vaca. En otras palabras: sobre la Tierra hay un mamífero, el hombre, que nunca, jamás llega a ser destetado. ¿Por qué? Naturalmente, es difícil plantearse objetivamente el problema, dada toda esa abundancia de información contradictoria, pero pregúntese el lector si en alguna medida no ofende a su lógica y su sentido común la idea de que a los seres humanos jamás haya que destetarnos.

¿Habéis visto alguna vez a una cebra mamando de una jirafa? ¿No? ¿Y a un perro de una yegua? ¿Tampoco? Bueno, pues, ¿habéis visto a un ser humano mamando de una vaca? Los tres ejemplos son igualmente ridículos. Pero sí habéis visto seres humanos mamando de vacas, porque si alguna vez visteis como alguien se bebía un vaso de leche o se comía cualquier clase de producto lácteo. Lo que habéis visto es eso. El solo hecho de que alguien haya ordeñado la vaca y un sistema de distribución se la haga llegar al consumidor en un vaso no significa que esa persona no esté mamando de la vaca. Claro que no nos parece nada raro ver que alguien se beba un vaso de leche, pero ¿cómo reaccionaríamos si paseando por el campo viéramos que en una zona de pastoreo hay un señor o una señora, bien vestido, de rodillas mamando de una vaca? ¿Irías tú, sorteando los montones de estiércol, a buscar la vaca para tomar la leche directamente de la ubre? ¿No? Pero dejas que alguien la ordeñe y te la sirvan en un vaso, ¿verdad? Claro que estoy exagerando, pero si parece raro es solo porque la lógica, los instintos y el sentido común de la gente le impide que bebiese leche si no se la sirvieran de esa manera.

Hay una cosa respecto de la cual los hechos son claros, y es que la composición química de la leche de vaca es diferente de la de la leche humana Si tus vísceras pudieran hablar, después de que hubieras ingerido un producto lácteo te preguntarían: ¿Qué anda haciendo este hombre con las vacas?

Las enzimas necesarias para descomponer y digerir la leche son la renina y la lactasa, que en la mayoría de los seres humanos ya han desaparecido a los tres años. En todo tipo de leche hay una sustancia que se llama caseína, pero en la leche de vaca hay trescientas veces más caseína que en la leche humana, para que puedan formarse huesos mucho más grandes. En el estómago, la caseína se coagula, formando grandes copos densos y difíciles de digerir, adaptados al aparato digestivo de la vaca, que tiene cuatro estómagos. Una vez dentro del organismo humano, esa densa masa viscosa impone al cuerpo un tremendo esfuerzo para liberarse de ella. Dicho de otra manera: que para digerirla se ha de gastar una enorme cantidad de energía.

Lamentablemente, esa sustancia viscosa se endurece en parte, y se adhiere al revestimiento del intestino, impidiendo que el cuerpo pueda absorber otras sustancias nutritivas. Resultado: letargo. Además, los subproductos de la digestión de la leche dejan en el cuerpo gran cantidad de mucus tóxico, muy acidificante, que se almacena parcialmente en el cuerpo en espera del momento en que este pueda eliminarlo. La próxima vez que estés por quitar el polvo de tu casa, úntalo todo con alguna pasta y ya verás, que fácil es pasar el plumero. Pues lo mismo hacen los productos lácteos dentro de tu cuerpo. Y eso se traduce en aumento de peso, no en pérdida de peso. La caseína, dicho sea de paso, es la base de uno de los adhesivos más fuertes que se usan en carpintería.

El doctor Norman W. Walker, el especialista en salud a quien antes hicimos referencia, y que tiene 116 años, ha estudiado el tema durante más de medio siglo y se considera un experto en el sistema glandular. Para él, un importante factor que contribuye a la aparición de problemas tiroideos es la caseína. Y el hecho de que los productos lácteos lleguen al consumidor muy procesados y tengan siempre vestigios de penicilina y antibióticos los convierte en una carga aún más pesada para el organismo.

Anónimo dijo...

Buenas noches!
No sé si este blog continúa operativo, pero he dado contigo buscando información sobre el consumo de la leche de vaca en adultos. ¿Me das permiso para poner tu post en un foro de vegetarianos el el que participo?
Este es mi mail: bertaelimparcial@hotmail.com
Gracias!

Anónimo dijo...

bertaelimparcial@hotmail.ES , vaya un lapsus!

Anónimo dijo...

Has copiado un GRAN FRAGMENTO de "La antidieta" de Harvey y Marilyn Diamond...

Anónimo dijo...

Voy a ofrecer mi indocta opinión. Primero: Estoy hartísimo de escuchar que el humano es el único animal que sigue bebiendo leche en su forma adulta. Bueno... también es el único animal que tiene opción a hacerlo. Es más los animales a los que se lo proporcionamos la aceptan. Por otra parte es un alimento destinado a las crías y quien conozca algo de vacas sabrá que no hay nada mas peligroso que acercarse a una en época de cría.
Segundo: y cuál es el sustituto actual que se plantea para la leche?: la soja y cuál es el pais que tiene comprado practicamente norte de brasil para criar soja??Pues EEUU, el mismo pais que llena los medios con anuncios de productos con soja, el mismo que crea la tendencia de "rellenar" con leticina de soja todos los productos. Y por que ahora la leche de vaca es el coco malo y la soja es San Pancracio el resurrector? Pues porque es mucho más rentable criar soja que vacas
Esto pienso

Anónimo dijo...

Ah sí, y para quien haya leido la extensiiiiiisima aportación de nuestro amigo anónimo hasta el final (difícil) que sepa que normal W. Walker no tienen 116 años, murio en 1985 (atacado por la leche a la que traicionó seguramente)

Anónimo dijo...

Good brief and this post helped me alot in my college assignement. Thank you for your information.

Anónimo dijo...

Bueno, este artículo tampoco contiene "ningún tipo de estudio científico veraz que lo respalde"... A través de mi propia experiencia he llegado a la conclusión de que, personalmente, lo mejor para mi salud es hacer justamente lo contrario de lo que recomiende la FDA y la OMS. Al contrario que mis hermanos, jamás he tomado leche que no fuese la de mi madre (durante todo mi primer año en este mundo), nunca me he puesto una vacuna y la inmensa mayoría de los medicamentos prescritos por lo médicos para mí se quedaron en la farmacia. Ahora bien, la diferencia entre mi expediente médico y los de mis hermanos es más que notable, siendo el mío prácticamente inexistente (realmente no sé qué es estar enfermo). Por otro lado, he utilizado dentífrico sin flúor desde que necesito lavarme los dientes y, con treinta y dos años, soy el único en mi familia y entre los amigos que no tiene ni una sola caries. Le doy gracias a mi madre por mirar "más allá" y probar algo nuevo al nacer yo. Creo que cada uno sabe lo que es bueno sí mismo. Yo, desde luego, me baso en mi propia experiencia para darle crédito a la "salud alternativa" (para mí la única, la real) en vez de a estudios y artículos financiados por la "big pharma" que luego cualquier médico asume sin siquiera cuestionarlo.

Anónimo dijo...

Nadie con una luz dcebería perderse, pero la leche de vaca es para animales, no para la gente, a todas las madres les digo, no le metás un cáncer en su pechito y sus ovarios a tu niñita, no le metás el animal que se como nuestro calcio de los huesos, no le metas el animal que destruye las neuronas. ¿querés más masa lorita?

Anónimo dijo...

Una denuncia sobre el ocultamiento por parte de la industria y del gobierno de los EE.UU de los peligros de la leche modificada genéticamente (rBGH) que se estaría consumiendo

El Dr. Samuel S. Epstein, profesor emérito de medicina ambiental en la Universidad de Illinois en la Chicago School of Public Health (Escuela de Salud Pública de Chicago) y autor de renombre mundial, ha anunciado la publicación de su nuevo libro “What’s in Your Milk?" (“¿Qué hay en su leche?”), una exposición de gran alcance sobre los peligros de la leche genéticamente modificada (rBGH) de Monsanto, y la conspiración “vale todo” de la compañía para suprimir esta información.


La hormona de crecimiento bovina recombinante (rBGH, según su sigla en inglés) es una potente variante diseñada genéticamente, de la hormona de crecimiento que los vacunos producen de manera natural. Manufacturada por Monsanto, se vende a los productores de leche bajo la marca comercial de POSILAC. La inyección de esta hormona obliga a las vacas a incrementar su producción de leche cerca de un 10%. Monsanto ha declarado que la hormona se utiliza en alrededor de un tercio del ganado vacuno lechero.

Monsanto, apoyado por la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA, según su sigla en inglés), insiste en que la leche rBGH es indistinguible de la leche natural, y que es segura para los consumidores. Esta afirmación es evidentemente falsa:

* La rBGH produce enfermedades en las vacas. Monsanto se ha visto forzado a admitir alrededor de 20 efectos tóxicos, incluyendo mastitis, en la etiqueta de su leche Posilac.
* La leche rBGH está contaminada con pus, debido a la mastitis comúnmente inducida por la rBGH, y los antibióticos usados para tratar dicha mastitis.
* La leche rBGH, tanto en términos químicos como nutricionales, es diferente de la leche natural.
* La leche de las vacas inyectadas con rBGH está contaminada con la hormona, cuyos restos son absorbidos por la sangre a través del intestino.
* La leche rBGH está sobrecargada con altos niveles de un factor natural de crecimiento (IGF-1), que es fácilmente absorbido a través del intestino.
* Los niveles excesivos de IGF-1 han sido identificados como una de las causas de los cánceres de mama, colon y próstata.
* El IGF-1 bloquea los mecanismos naturales de defensa contra cánceres submicroscópicos tempranos.
* Las granjas industriales rBGH representan una importante amenaza a la viabilidad de las pequeñas granjas lecheras.
* La leche rBGH enriquece a Monsanto, al mismo tiempo que instala sus peligros, sin ningún beneficio para los consumidores, especialmente si se tienen en cuenta los actuales excedentes de leche a nivel nacional.

De aún mayor preocupación, en base a treinta y siete estudios científicos publicados que se detallan en el libro, los niveles excesivos de IGF-1 en la leche rBGH representan importantes riesgos de cánceres de mama, colon y próstata.
La Introducción a “What's in Your Milk?” pertenece a Ben Cohen, co -fundador de “Ben & Jerry’s Ice Cream” (“Cremas heladas de Ben y Jerry), con prólogo de Jeffrey M. Smith, autor del bestseller “Seeds of Deception” (“Semillas de Decepción”).
Se le han agregado a este nuevo libro, los comentarios de numerosos prominentes especialistas del campo medioambiental, entre ellos los de John Conyers, Jr., congresista, Bloque Demócrata, Comisión Judicial de la Casa de Representantes (House Judiciary Comittee); Mark Achbar, productor ejecutivo del multipremiado documental “The Corporation” (“La Corporación”); Ronnie Cummins, Director Nacional de la Asociación de Consumidores Orgánicos, y del Dr. Joseph Mercola, fundador del sitio web de salud natural más visitado del mundo.

Anónimo dijo...

La leche en sí no es mala.. Pero la que está de venta en el mercado es leche estogenada que te puede arruinar la vida a cada año para peor.. Critican el rollo naturista y resulta que meten soja en la leche, como si la mezcla de ambas fuera buena.. Por favor, eso es como echarse colonia después de sudar, solo agrava las cosas.. Y a la OMS es a la primera que le interesa la estrogenización y el envenenar a las personas ya que con eso venden aún más y aún por encima sus "fármacos", esa basura química hecha de derivados del petróleo solo enferma más pero a largo plazo para asegurar que vuelvan a consumir sus fármacos.. Nada diferente de lo que hacían los judíos con el agua de las ciudades europeas, contaminarla, por lo que fueron expulsados.. pues vuelven a la carga pero con más medios técnicos..
Y si creen que todo esto son disparates moléstense en siguiera investigar mi opinión..

Sara dijo...

Estoy de acuerdo con todos aquellos que defienden el cese del consumo de todos los productos lácteos, aunque se copien de la idea de Harvey de la antidieta, y considero que los que no esten de acuerdo, al menos no se pongan de "mala leche" porque tanto los partidarios como los que no, tienen por igual derecho a espresar sus opiniones y refutaciones científias sin considerar estupidos insensatos a los de la opinión contraria. Por otra parte, el hecho de que una organización con "autoridad" alimenticia diga si un alimento es bueno o no para tu salud por muy estatal que sea dicha institución, no significa que sea cierto, sino que solo refleja de donde provienen principalmente sus ingresos, que suele ser de la industria cárnica, lechera, azucarera... casualmente las mismas que promocionan los utensilios medicos en las carreras de medicina...

Anónimo dijo...

EEUU es el pais que mas consume leche pero al mismo tiempo es el que mas sufre por osteoporosis.
una cosa es la leche natural y otra cosa es la leche pasteurizada que tomamos y nos insistan a tomar hoy en dia, eso es pura mierda, una aberración que debe evitarse sobre todo a nuestros hijos.
pero aun asi, los seres humanos debemos al igual que los demas animales beber leche hasta destetarnos, eso es lo natural y mas sano. cuidado con creerle todo a la publicidad y a los medicos de hoy en dia cuyo "conocimiento" es financiado por multimillonarias empresas farmacéuticas y alimenticias.
saludos y OJO.